Cuando venimos al mundo los niveles de ácido hialurónico en nuestro cuerpo son muy elevados, pero estas cantidades se reducen significativamente con el paso del tiempo. Esta reducción de los niveles de HA puede desempeñar un papel importante en el proceso de envejecimiento que experimentamos.
El ácido hialurónico se encuentra en la capa más profunda de la piel, llamada dermis y se supone que ayude a mantener la piel elástica y sin arrugas por sus propiedades de absorber y retener agua. Aparentemente también ayuda a reparar lesiones de la piel y algunos otros problemas.
La función del ácido hialurónico es amortiguar y lubricar. El Hialuronan se encuentra en cantidades abundantes en todo el cuerpo, sobre todo en sitios donde con frecuencia las personas sufren enfermedades hereditarias del tejido conectivo, como trastornos de las articulaciones, de las válvulas del corazón y de los ojos. Las anormalidades del ácido hialurónico están vinculadas con las enfermedades del tejido conectivo. Es interesante que también existen anomalías bioquímicas comunes entre la mayoría de las características de las enfermedades del tejido conectivo, como el prolapso de la válvula mitral, el síndrome de la articulación temporomandibular (ATM, TMJ en inglés), la osteoartritis y el queratocono.